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Sorprendente: las primeras canastas de baloncesto fueron dos cestas de melocotones

Una grabación inédita de la entrevista realizada en 1939 al considerado padre del baloncesto, James Naismith, desvela las curiosidades de los inicios de este deporte.

James Naismith es considerado el padre del baloncesto, que tuvo la idea de utilizar dos cestas de melocotones que colgó en cada uno de los extremo del gimnasio donde entrenaba con unos escolares para un juego que consistía en meter un balón dentro de la “canasta” del equipo contrario. Ese fue el primer partido de baloncesto de la historia.
Sucedíó en Gimnasio del YMCA Training School (hoy conocido como Springfield College) de Springfield el 15 de diciembre de 1891 (precisamente hoy se cumplen 124 años de aquella efemérides) y dio como resultado la invención del baloncesto.
Todo esto se puede saber hoy gracia al Dr. Michael J. Zogry, Profesor Asociado de Estudios Religiosos y Director de Estudios Indigenas de la Universidad de Kansas que ha realizado un hallazgo único: una entrevista radiofónica a James Naismith, realizada por la cadena WOR-AM y donada a la Librería del Congreso de los EE.UU. por la RKO. Zogry ha logrado permiso para poder difundir esta grabación y utilizarlo con fines educativos tal y como informa el New York Times.
Esta es la única grabación de la voz de James Naismith, por lo que su valor es incalculable. Dura unos tres minutos y corresponde al programa «We the people» grabado en Nueva York con Gabriel Heatter como locutor. Naismith, que se había trasladado a ver baloncesto en directo en el Madison Square Garden, habla en esta entrevista sobre aquella maravillosa idea de utilizar dos canastas de melocotones para encestar un balón y que dio como resultado la invención del baloncesto. Hace ya más de ochenta años, Naismith se mostraba disgustado con la evolución del deporte que inventó, bramando en contra de las defensas en zona.

El primer partido: una «masacre»

En la entrevista, James Naismith afirma que «les mostré (a los jóvenes presentes en el gimnasio) las dos cestas para melocotones que había colgado en cada extremo del gimnasio y les dije que la idea era lanzar y meter el balón en la cesta del equipo contrario. Cogí un silbato y comenzó el primer partido de baloncesto de la historia». Pero no fue un partido pacífico ni idílico: «los jugadores comenzaron a darse patadas y puñetazos y acabaron en un todos contra todos en una melé en medio del gimnasio». El partido acabó con contunsiones, ojos morados, un hombro desencajado e incluso un jugador inconsciente. «Aquello fue una masacre», afirma Naismith.

Las primeras reglas del juego, fruto de la experiencia

Visto el resultado, James Naismith cambió algunas de las reglas buscando el desarrollo de un deporte más limpio. Así se introdujo la tercer regla original de Naismith: Un jugador no puede correr teniendo la bola; el jugador debe pasar o tirar a la canasta desde el lugar donde la atrapa, salvo si la coge mientras corre pero tiene que detenerse. De esta forma, se refuta que las trece reglas establecidas por Naismith fueran creadas a la vez, sino que se depuraron tras las primeras experiencias.