El final de cada invierno trae a las tierras de Cieza (Murcia) una explosión de color causada por la floración de sus melocotoneros. Las diferentes variedades de este emblema ciezano, así como la caprichosa distribución de las mismas a causa del aparcelamiento, configuran un espectáculo de proporciones gigantescas.
Los árboles eclosionan en un estallido cubriendo casi por completo la madera, tejiendo la tan característica alfombra. Visto desde arriba, con la perspectiva de la lejanía, es un mar de colores. De cerca, desde dentro, puede apreciarse la textura de la flor y el olor de los árboles mezclándose con el de la tierra. Es el preludio de la primavera. El cambio de estación. El principio del ciclo del cultivo del melocotón. Una maravilla natural. Un cuadro que dura apenas un mes. Arte efímero. Una postal característica de Cieza (Murcia) que representa a la perfección la imagen del municipio.
Gran artículo de nuestro amigo y colaborador Juan Francisco.