El melocotón de Cieza se distingue por su sabor y por su olor. Es lo que lo distingue como un buen melocotón.
“En Cieza se cultivan muchas variedades de melocotón, pero las características de la zona de cultivo, y el saber hacer de los agricultores ciezanos, hacen que todas tengan en común su dulzor y su olor característico.”
Los factores que determinan el sabor y el dulzor del melocotón son básicamente dos: que se cosechen en un buen punto de maduración y que se coman pocos días después, porque el melocotón es una fruta que una vez fuera del árbol ya no madura bien. Algo técnico pero fundamental que hay que saber: algunas frutas maduran cuando los carbohidratos se transforman en azúcares, de ahí que por ejemplo bananas, manzanas o peras conservan e incluso mejoran su dulzor con los días . Sin embargo el melocotón toma su dulzor de la savia de la planta, por eso es fundamental cogerlo del árbol en su momento justo. Y una fruta dulce tiene sobre todo olor, y el olor del melocotón es característico e inconfundible. Si no huele, lo mejor es irse a la sección de conservas y comprar un buen melocotón en almíbar, que seguro estará dulce. Cuando nos acerquemos al puesto y olamos el melocotón, ya podemos pensar que nos encontramos ante una buena fruta, ahora solo hace falta saber si es una fruta fresca, o está más tiempo del aconsejable cogido, y para eso hay que ver su aspecto.
Comprar auténtico melocotón de Cieza es garantía de probar buen melocotón, si ha sido recogido del árbol en su momento justo de madurez y es fresco.
La piel tiene que ser amarilla con tonos rojizos. Hay que ver si no tiene lesiones de color oscuro que merman su sabor, ni partes verdes que nos indiquen que puede haber piezas cogidas antes de que hayan madurado que se han mezclado con los que sí están maduros.Y que tenga pelusa característica del melocotón. Un melocotón brillante, generalmente, no suele tener tanto dulzor. Y una vez hecha una buena compra, solo hace falta conservarlo bien: podemos dejarlo un par de días fuera de la nevera si no está del todo maduro y después meterlo en la nevera, pero en la zona de menos frío, es decir, en los estantes inferiores.